#EnCorto: tres claves detrás del avistamiento, después de cien años, de una nutria gigante en el Chaco argentino
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”
Biodiversidad
Desde 1899 no había registros de la especie en el Parque Nacional El Impenetrable, en el corazón del Chaco argentino. Un individuo solitario, del que se desconoce su origen y género, fue avistado en una laguna cercana al río Bermejo.
Hay temor por el futuro del ejemplar de Pteronura brasiliensis, pues el nivel de caza furtiva en ese sector del río es muy alto.
Era mayo de 2021 y Sebastián Di Martino, director de conservación de la Fundación Rewilding Argentina (FRA), fue testigo de una escena inesperada en el Parque Nacional El Impenetrable. Estaba en medio de un paseo solitario en kayak, cuando escuchó de pronto el ruido de una zambullida en la laguna. Después, el chapoteo de un animal misterioso que, detrás de él, salió y volvió a meterse bajo el agua. Luego, vino un fuerte resoplido que terminó por alterarle el pulso y lo obligó a girar el kayak.
Minutos después, de la superficie de la laguna El Breal sucedió lo increíble: una inconfundible nutria gigante (Pteronura brasiliensis) elevó la mitad de su cuerpo por encima del agua hasta mostrar su mancha blanca ventral, una característica de la especie que la vuelve inconfundible. Era la primera vez, en más de cien años, que se veía a un animal así en esta zona del Chaco argentino.
¿Qué sucedió tras el avistamiento histórico de esta especie en peligro de extinción? Te lo explicamos en tres puntos clave.
La sorpresa
El avistamiento ocurrió el domingo 16 de mayo en la laguna El Breal, sitio vecino a la Estación de Campo El Teuco que la Fundación Rewilding Argentina tiene al interior del Parque Nacional El Impenetrable, en el extremo norte de la provincia del Chaco.
“Sentí una mezcla de emoción e incredulidad. Al oír los primeros sonidos pensé que sería un lobito de río (Lontra longicaudis), no terminaba de entender lo que estaba pasando. No sabía si seguir filmando o ir a buscar al resto de los chicos de la Estación”, dice Di Martino.
Su reacción tenía fundamentos. El último registro de una nutria gigante databa del año 1899, cuando los hermanos Leach realizaron una expedición a través del río Bermejo, cuyo cauce origina y nutre la laguna El Breal. Desde entonces, nadie vio, o al menos no hay indicios escritos o gráficos de la presencia del mustélido más grande del mundo en ese sector del Gran Chaco americano. Incluso se llegó a dudar de que alguna vez hubiera habitado la zona, pese a que varios relatos de viajeros lo describen desde el año 1780.
El origen
La nutria gigante es una excelente nadadora gracias a sus pies palmeados y grandes bigotes que detectan mínimas vibraciones en el agua. También se le llama lobo gargantilla y es una depredadora superior en los sistemas acuáticos que habita. Es endémica del continente sudamericano y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la clasifica como En Peligro y considera incierto que todavía se encuentre en Argentina y Uruguay.
Luego del asombro inicial, comenzaron las acciones del equipo de FRA para rastrear el origen de la especie. Primero, se comunicó el hallazgo a investigadores para corroborar si efectivamente ‘Teuco’ —palabra de la etnia toba con la que también se conoce el Bermejo y fue elegida como nombre para el ejemplar “descubierto” en El Breal— es un individuo que pudo haberse dispersado de las poblaciones del norte. En la cuenca del Paraná-Plata se tiene constancia de la supervivencia de algunas pocas familias en zonas del Pantanal paraguayo, a más de 1000 kilómetros de distancia del Impenetrable chaqueño.
En el parque nacional se dieron pasos inmediatos para obtener la mayor información posible. Gerardo Cerón, biólogo a cargo de la Estación de Campo, junto a otros de sus compañeros, comenzó una pesquisa en la laguna para tratar de averiguar si se trataba de un individuo aislado o había otros en el área. Así encontraron las huellas de Teuco y su excavación para construir una madriguera, además de una letrina de donde pudieron recoger una muestra de feca del animal, para realizar un análisis que permitiera determinar su género y también comparar los resultados con la información genética que poseen los científicos del Pantanal, como parámetro accesorio para conocer su origen.
También colocaron cámaras trampa en sitios específicos de El Breal y en otras lagunas cercanas.
Su futuro
Si el origen de Teuco es un misterio, su futuro es otro muy parecido. “Deseamos que se quede con nosotros”, se ilusiona Cerón: “Pero no hay nada seguro, son animales muy móviles que podrían alejarse mucho en pocas horas”. Di Martino prevé que “no va a quedarse solo, y si no encuentra una pareja, se irá”.
Por ello, se contempla la posibilidad de intentar un anclaje al parque nacional, aunque antes habrá que saber si es macho o hembra para llevar un individuo del sexo opuesto que le atraiga, pues la Fundación tiene en los corrales de su Centro de Reintroducción situado en Iberá, a unos 500 kilómetros al sureste del Impenetrable, las tres únicas nutrias gigantes que se conocen en el país. Sin embargo, se tendría que generar todo un proyecto que exigiría superar una larga serie de dificultades —prácticas, burocráticas y políticas—, que llevarían un tiempo que quizás Teuco no esté dispuesto a esperar.
De cualquier forma, la intención es al menos proteger su vida. El Bermejo es un río donde la caza furtiva continúa siendo un gravísimo problema para la fauna de la región. Es por eso que de inmediato la organización elaboró y difundió afiches con la foto de la nutria gigante para pedir a los vecinos de la zona su colaboración para localizarla y solicitar su protección. A la vez, se solicitó a las autoridades de las provincias de Chaco y Formosa (que se encuentra al norte del río) y de Parques Nacionales que extremen los controles.
La aparición de esta nutria gigante en libertad sacudió al universo de la conservación en la Argentina. No se tiene idea de qué ocurrirá con ella, sin embargo, ya ha establecido un hito.
Fuente:
Junio, 2022