Minería ilegal en Perú: dragas aumentan en ríos de Loreto y fiscalía detecta ruta para el tráfico de combustible
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”
El Recurso Hídrico y la Minería
El camino conecta los ríos Tigre y Nanay por medio del bosque que también cruza el Área de Conservación Regional Alto Nanay Pintuyacu Chambira.
La actividad minera ilegal se ha incrementado en la región Loreto. Son siete los ríos donde se han encontrado dragas dedicadas a esta actividad ilícita.
A medio camino entre el río Tigre y el río Nanay, en plena Amazonía peruana, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Loreto descubrió una zona que servía de centro de acopio de combustible destinado a la minería ilegal.
El lugar es totalmente agreste, se inunda durante la temporada de lluvias, por lo que caminar por ahí requiere un gran esfuerzo. Esto no ha sido un impedimento para que las bandas criminales dedicadas a la minería ilegal encuentren en esta ruta una forma de burlar los controles y trasladar grandes cantidades de combustible para que los motores de las dragas, instaladas en el río Nanay, puedan funcionar las 24 horas del día.
“Teníamos información de que había una entrada que conectaba al río Tigre con el Nanay. Se hablaba de un lugar llamado Sacarita Larga, una especie de canal en el río que habían encontrado los ilegales para llevar insumos”, explica en entrevista el fiscal Bratzon Saboya, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Loreto.
Esta es una ruta clandestina que los mineros ilegales han trazado entre ambos ríos por el que transitan, primero a pie y luego en botes, llevando el combustible y otros insumos, como motores y posiblemente mercurio, para abastecer una creciente cantidad de dragas instaladas a lo largo del río Nanay, la principal fuente de agua de la ciudad de Iquitos.
Parte del río Nanay, el sector denominado Alto Nanay, discurre dentro del Área de Conservación Regional (ACR) Alto Nanay Pintuyacu Chambira, establecida en marzo de 2011. Es en este sector del río donde se ha registrado la mayor cantidad de dragas, es decir, los mineros ilegales están operando dentro del área protegida. La ruta clandestina para llevar combustible también cruza el ACR.
Durante un operativo realizado en octubre de 2022 en el río Nanay, el fiscal Saboya empezó a rastrear el camino por donde transitaba el combustible y demás insumos para la minería ilegal. Se sospecha que por esta ruta también se transporta el oro que se extrae del río, indica Saboya.
Un camino clandestino en un área protegida
Según la fiscalía, el combustible es transportado desde Iquitos por el río Nauta, las embarcaciones ingresan al río Marañón y desembocan en el río Tigre hasta llegar al caserío de San Andrés. Es en esta localidad que hacen el desembarco del combustible para luego empezar el traslado por tierra, para ello, utilizan cilindros en los que se puede transportar hasta 60 galones.
Dos grandes tanques blancos de combustible instalados en el centro poblado de San Andrés, a un lado de la ribera del río Tigre, fueron detectados por representantes de la FEMA durante un sobrevuelo por la zona. Estos depósitos servirían para almacenar el combustible que luego se traslada por tierra hasta la zona de acopio denominada Varadero, señala el fiscal Saboya.
En el recorrido aéreo también identificaron chalupas —embarcaciones pequeñas— que se usarían para transportar los cilindros de combustible desde Varadero hasta el río Nanay, a través del canal de agua que discurre en medio de la quebrada Sacarita Larga.
Son 32 kilómetros de recorrido desde el río Tigre hasta el río Nanay. Un sector, entre San Andrés y Varadero, de aproximadamente 10 kilómetros, se hace a pie, con cilindros de unos 60 galones a cuestas en medio del bosque agreste lleno de aguajales. La información de la que dispone el fiscal Saboya indica que por esa ruta, que muchas veces se transita por la noche, se ha logrado trasladar al mismo tiempo hasta 60 cilindros con capacidad de 60 galones de petróleo cada uno. Es decir, por lo menos 3 600 galones de petróleo se llevaron por la quebrada en un mismo viaje. Saboya señala que los mineros ilegales contratan a personas que viven en la localidad en la que desembarcan, incluidas mujeres y niños, para cargar los cilindros y otros insumos. Los motores, por ejemplo, se trasladan entre varias personas.
Dragas en el río Nanay registradas durante un sobrevuelo realizado por la Fiscalía Ambiental. Fuente: FEMA Loreto-Maynas.
Una vez almacenado el combustible en Varadero, empieza el transporte en pequeños botes por la quebrada para llegar hasta el Nanay. Este último tramo tiene alrededor de 22 kilómetros. De acuerdo con las coordenadas de ubicación de cada sector en esta ruta, Varadero se encuentra dentro del Área de Conservación Regional Alto Nanay Pintuyacu Chambira, y todo el pequeño riachuelo que recorre la quebrada Sacarita Larga atraviesa esta zona protegida.
“La minería ilegal en la zona del Alto Nanay se ubica dentro del área de conservación regional. Los puntos donde se están ubicando las dragas, muchos están dentro de la reserva hace varios meses”, dice el ingeniero forestal Martín Arana, especialista de la Iniciativa Unidos por los Bosques de la Fundación para la Conservación del Desarrollo Sostenible (FCDS) Perú.
Arana agrega que uno de los principales objetivos para la creación del ACR Alto Nanay Pintuyacu Chambira ha sido proteger la cuenca alta del río Nanay, que abastece de agua a la ciudad de Iquitos. “Es la provisión de agua limpia y de calidad, pero la minería está ahí, afectando directamente la calidad de agua y los recursos hidrobiológicos, entonces, están poniendo en riesgo el objeto mismo del ACR, además de poner en riesgo a la población”.
Según el Plan Maestro de la ACR Alto Nanay Pintuyacu Chambira 2018-2023, la cuenca del río Nanay “alberga una gran diversidad biológica y brinda servicios ecosistémicos importantes, como el abastecimiento de agua para consumo humano para una población de más de 500 000 personas, asentada a lo largo de la cuenca, incluida la población de Iquitos, lo cual la convierte en una zona de vital importancia”.
Celzo Gil Gonzáles, jefe de la ACR Alto Nanay Pintuyacu Chambira, señala que existe temor de ingresar a la zona protegida por la presencia de la minería ilegal. “Sólo llegamos hasta Santa María [capital del distrito de Alto Nanay] por temas de seguridad y por nuestra integridad física. Más arriba es muy peligroso”,
Gil Gonzáles señala que el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) han realizado estudios sobre la contaminación con mercurio en el Nanay. “El IIAP hizo un estudio e indicó que nuestros peces están contaminados con mercurio. Es lo que consumimos. Incluso el mismo recurso hídrico que abastece a la ciudad de Iquitos también está muy contaminado por las dragas que queman estos contaminantes”.
Mónica García, de la Subgerencia Regional de Conservación y Diversidad Biológica de la Gerencia Regional del Ambiente de Loreto, señala que el gobierno regional coordina con el Comité de Gestión del ACR Alto Nanay Pintuyacu Chambira para la vigilancia de esta área protegida, además que se ha declarado la emergencia en esta cuenca. García agrega que el gobierno regional ha creado un grupo técnico contra la minería ilegal. “El mes de mayo hemos tenido la última reunión para organizar el trabajo de cada institución, pero desde entonces no nos hemos reunido nuevamente”.
En abril de 2023, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental realizó un operativo en el punto de acopio de combustible, llamado Varadero.
“En el camino de ingreso por la quebrada encontramos botes que estaban siendo construidos para las dragas y algunas embarcaciones pequeñas con cilindros de combustible vacíos que, aparentemente, estaban siendo transportados hasta la zona denominada Varadero para que sean nuevamente abastecidos”, cuenta el fiscal Saboya sobre el operativo que realizó junto con la Policía y miembros de la Marina de Guerra del Perú.
Luego de desembarcar y caminar por unos siete minutos —continúa Saboya— ubicaron el sector de Varadero. En esta parte del bosque se habían acondicionado dos campamentos en los que había mangueras que se utilizan en las dragas para extraer oro, documentos y armas.
La ruta que hizo la Fiscalía, la Policía y la Marina es la que utilizan los ilegales para ingresar hasta el punto de acopio y luego salir con los insumos hasta el Nanay. El camino que tomó el equipo que realizó el operativo partió desde la reserva Allpahuayo Mishana hasta la localidad Santa María de Nanay, el centro poblado capital del distrito, luego tomaron la ruta de la quebrada Sacarita Larga. En total, el traslado requirió de aproximadamente 14 horas.
En el operativo se incautaron los documentos y otros objetos encontrados y se destruyeron aquellos que no se podían transportar. Todo lo recogido en esta incursión forma parte de una carpeta fiscal que ha abierto el fiscal Saboya para investigar el tráfico de combustibles y otros insumos destinados a la minería ilegal.
“Hay una fuerte conectividad entre las cuencas y eso está facilitando a los ilegales el transporte, porque se puede controlar el ingreso de un río en particular, por ejemplo, en el Nanay, se puede instalar una garita de control, pero los insumos no ingresan por ahí, sino por toda una red de quebradas y accesos hídricos por donde finalmente llegan todos estos insumos”, señala Sidney Novoa, director de GIS y de Tecnología para la organización Conservación Amazónica (ACCA), la cual está siguiendo el rastro a la minería ilegal en Perú.
Loreto tiene sectores complicados para limitar la presencia de la minería ilegal —dice Novoa—, porque están la cuenca del Napo, del Putumayo y del Cotuhé que limitan con Ecuador, con Colombia y con Brasil. “También hay ingreso y adquisición de combustible de otros países y eso facilita la actividad”.
Las normas de control
El combustible, al igual que el mercurio, es un insumo utilizado en esta actividad ilícita. Para transportar grandes cantidades de gasolina o petróleo es necesario cumplir con los requisitos establecidos por el Estado, así como pasar controles en carreteras y puertos.
Sobrevuelo realizado en diciembre de 2022 para identificar embarcaciones dedicadas a la minería ilegal en el río Nanay. Fuente: FEMA Loreto-Maynas.
El Reglamento de Comercialización de Combustibles Líquidos y otros productos derivados de los hidrocarburos establece que para transportar estos productos “el interesado deberá inscribirse en el Registro de Hidrocarburos, con la documentación que Osinergmin [Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería] apruebe”.
La norma que regula el transporte de combustible también señala que una vez cumplidos con los requisitos para la inscripción en el registro de hidrocarburos, la Dirección General de Hidrocarburos, en el caso de Lima y Callao, o la Dirección de Energía y Minas, en el caso del resto de regiones del Perú, emite la autorización para estos medios de transporte.
“Osinergmin tiene que hacer la fiscalización de todos los puntos de abastecimiento y distribución de combustibles a nivel nacional. Entonces, por ejemplo, en la ruta Iquitos-Nauta debe haber grifos y estaciones de servicio para consumidores directos que debería estar sujeto a una fiscalización regular. Incluso, debería fiscalizar la distribución fluvial en zonas como Loreto donde la distribución se hace a través de grifos flotantes. El control fluvial de la distribución y expendio de combustibles también deberían estar a cargo Osinergmin”, señala el ingeniero forestal Martín Arana, especialista de la Iniciativa Unidos por los Bosques de la Fundación para la Conservación del Desarrollo Sostenible (FCDS) Perú.
Arana dice que en el caso de Loreto, a diferencia de lo que ocurre en Madre de Dios, se debería establecer rutas fiscalizadas para que se controle el tránsito de combustible, entre otros insumos, que puedan ser utilizados por la minería ilegal. “Tiene que haber una norma que establezca qué caminos se consideran dentro de rutas fiscalizadas. En el caso de Loreto, por ejemplo, se estaba planteando que se incluya la vía fluvial. Tener estas rutas fiscales permitiría una fiscalización más estrecha de combustibles, incluso mercurio y otros insumos que pudieran abastecer a la minería ilegal”. Arana menciona que en el caso de Madre de Dios —una región con mucha presencia de minería ilegal— sí se han establecido rutas fiscales.
Mongabay Latam consultó a Osinergmin sobre los permisos, cantidades de combustible y controles que se deben realizar para el transporte de este insumo en Loreto. En un documento escrito, el organismo supervisor señala que “no existe una limitación de volumen de combustible para el transporte fluvial; el volumen a transportar depende de la capacidad de volumen de almacenamiento y capacidad de carga de la embarcación”.
Osinergmin también explicó que el control del tránsito de combustible lo realizan diferentes autoridades. Por un lado, la Marina de Guerra del Perú, a través de la Dirección de Capitanía de Puertos, debe “verificar que la embarcación cuente con los permisos y autorizaciones para el transporte de hidrocarburos”. También la Policía Nacional del Perú, a través de la dirección Antidrogas “verifica que los combustibles transportados cuenten con permisos, autorizaciones y condiciones de seguridad para el transporte de hidrocarburos; además de validar el destino final de los combustibles de acuerdo a lo declarado”. Adicionalmente, se indica que Osinergmin realiza una fiscalización coordinada para verificar que la embarcación cuente con los permisos, autorizaciones, destino y condiciones de seguridad para el transporte de hidrocarburos.
El fiscal Saboya también reclama el establecimiento de rutas fiscales, además que se establezcan penas mayores para quienes trafican con estos insumos con fines a ser utilizados en actividades ilícitas. “Desde 2021 hemos intervenido una gran cantidad de traficantes de insumos, pero el gran problema es que la pena es entre 3 y 10 años y para solicitar prisión preventiva el Código Penal establece que la pena mínima debería ser 4 años”, indica Saboya sobre el artículo del Código Penal que sanciona a quienes ponen en riesgo a otras personas. La norma establece que “el que crea un peligro común para las personas o los bienes mediante incendio, explosión o liberando cualquier clase de energía, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de diez años.”
La Capitanía de Puertos verifica que una embarcación cuente con todo lo establecido por ley para dar el permiso de zarpe —indica Saboya— y en esta inspección debe revisar si transporta materiales peligrosos. “Una embarcación de transporte público de carga o pasajeros no puede transportar insumos peligrosos. Si se encuentran que se está transportando combustible en cilindros, es sospechoso, porque no es la forma de hacerlo”, señala Saboya y agrega que en el caso de los ríos donde se sabe que existe minería ilegal, como el Nanay, la Fiscalía Ambiental tiene que considerarla como delito de insumos para la minería”.
Mongabay Latam también solicitó información a la Capitanía de Puertos de Iquitos para conocer cómo se realizan los controles a las embarcaciones que se trasladan por los ríos de Loreto, sin embargo, no atendieron el pedido.
Más minería en los ríos de Loreto
La minería ilegal aurífera se ha instalado por lo menos en siete ríos de Loreto, según indica la Fiscalía Ambiental y expertos que monitorean esta actividad ilícita en la región. En los ríos Curaray, Napo, Nanay, Putumayo, Cotuhe, Mazán y Tigre se han detectado presencia de dragas dedicadas a extraer oro.
“Desde el 2021 a lo que va del 2023, el periodo que venimos haciendo el monitoreo en Loreto, me atrevería a afirmar que hay un incremento de la actividad”, dice Novoa, de ACCA. Además, destaca que después de que se realiza una intervención y se eliminan las infraestructuras de la minería ilegal, muy rápido aparecen nuevas balsas. Novoa precisa que la minería ilegal está “cada vez más cerca de la ciudad de Iquitos”, la capital de la región Loreto, en la Amazonía peruana.
Desde el 2020 ha habido un incremento significativo de dragas en el río Nanay, señala el fiscal Saboya. Según los reportes de las intervenciones, desde el año 2020 se han registrado más de 100 de estas embarcaciones en esta cuenca.
Un sobrevuelo realizado en diciembre de 2022 permitió identificar y georeferenciar la ubicación de 21 dragas en el río Nanay. La mayoría de ellas entre la localidad de Alvarenga y la comunidad nativa de Pucaurco. En ese sobrevuelo, por lo menos 15 de las dragas estaban dentro del ACR Alto Nanay Pintuyacu Chambira. Las imágenes permitieron ver también que ya no se tratan de embarcaciones pequeñas, como ocurría años atrás, e incluso disponen de paneles solares y de acceso a Internet mediante conexión satelital.
“Primero usaban radios de alta frecuencia para comunicarse, luego pasaron a los teléfonos satelitales y ahora lo hacen a través de Internet”, comenta el fiscal Saboya y menciona que este tipo de comunicación dificulta seguirle el rastro a las comunicaciones entre los ilegales.
Claus García, coordinador del Paisaje Yaguas de la Sociedad Zoológica de Francfort, también señala que en los últimos años se ha incrementado el número de dragas que están en los ríos de Loreto, principalmente en el Nanay, pero también en otras cuencas como en el Putumayo y el Cotuhé.
García explica que en un sobrevuelo realizado la primera semana de julio de 2023, se evidenció la presencia de dragas en el río Cotuhé, en la zona que limita entre Perú y Colombia. En este río, explica García, no es posible el acceso desde el lado peruano, pues el Cotuhé nace dentro del Parque Nacional Yaguas, en plena selva, pero no se conecta con ningún río hacia Perú. Por el contrario, discurre desde el parque nacional hacia Colombia para luego unirse al Putumayo. “Las dragas fueron ubicadas en la zona de frontera, entonces, obviamente se mueven de un país a otro si ocurre alguna intervención”.
El especialista recuerda que en la década del noventa ya existían dragas en el río Yaguas, dentro de lo que ahora es el parque nacional, pero que en el 2017, en pleno proceso de clasificación de esta zona reservada, se logró erradicar esta actividad ilegal. Este año, sin embargo, hubo un intento de mineros ilegales de ingresar al río Yaguas, dentro del área protegida, pero no tuvieron éxito.
En el caso del Putumayo —explica García— también hay presencia de dragas, pero en este río las embarcaciones, de menor dimensión que en el Nanay, se ocultan en pequeñas quebradas, denominadas caños. “Como consecuencia del desarrollo de esta actividad ilícita se destruyen tejidos sociales en las comunidades nativas”, comenta.
José Murayari, vicepresidente de la Organización Regional de los pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), habla de lo que sucede en los ríos Nanay, Napo y Putumayo. “Para nosotros es muy preocupante porque los mineros ilegales han amenazado a algunos dirigentes de las comunidades del área de conservación regional”. Murayari señala que se requiere la participación de diferentes autoridades para atender el problema. “Hemos convocado una reunión con varias entidades para, en conjunto, realizar un operativo”.
Martín Arana, de FCDS, señala que en Loreto, a diferencia de Madre de Dios, la minería ilegal aún está “en una etapa incipiente”, por tanto, se debería poner énfasis para controlarla. “Por ahora, al ser incipiente, toda la minería se realiza directamente sobre el cuerpo de agua, sobre los ríos. No hay superficies de hectáreas que podamos identificar que han sido deforestadas o degradadas por la minería como en Madre de Dios. Sin embargo, en la medida en que se vaya consolidando podrían ir entrando a los bosques. Un punto de riesgo inminente es la trocha que se ha abierto justamente entre el río Tigre y el Nanay”, dice Arana en referencia a la zona en medio del bosque que se está utilizando para el transporte de combustible.
Arana también menciona que en Loreto la minería ilegal está en manos del crimen organizado. “Tienen tecnología de punta a su disposición. En un sobrevuelo que hicimos, por ejemplo, pudimos comprobar que las dragas pueden comunicarse en tiempo real para advertirse entre ellas, ocultarse o hacer seguimiento”.
Contaminación por mercurio
Otro problema que enfrentan las comunidades indígenas es la presencia de mercurio que se utiliza en la minería ilegal de oro y se vierte en los ríos. Este elemento, por acción de microorganismos, se transforma en metilmercurio, una sustancia tóxica que se acumula en los peces que sirven de alimento a las comunidades indígenas.
“El mercurio no sólo afecta a las comunidades que están cerca de dónde se desarrolla la actividad ilegal, sino también a aquellas asentadas mucho más lejos, pues los peces se desplazan en los ríos”, comenta García.
El Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia), que lleva varios años investigando sobre los impactos de la minería ilegal en Madre de Dios, acaba de instalar un centro de investigación en Loreto, cuyo director es Pablo Puertas. Él señala que se ha empezado a tomar muestras en el río Nanay para determinar los niveles de contaminación por mercurio en esta fuente de agua que abastece a la ciudad de Iquitos, donde la población es de aproximadamente medio millón de personas.
“Hasta mayo de 2023 se ha reportado la presencia de 130 dragas en el río Nanay. Hay un crecimiento exponencial. Y con las interdicciones que se están ejecutando, los ilegales están trasladándose a las cabeceras del río. Antes se concentraban en algunas comunidades, principalmente en tres de ellas, pero ahora se están trasladando río arriba, hacia la zona del Área de Conservación Regional Alto Nanay Pintuyacu-Chambira”, dice Puertas.
Puertas agrega que se han identificado los puntos focales en donde se desarrolla la minería ilegal. Por ahora, la actividad se concentra en los ríos, pero ya hay zonas donde se está observando las dragas instaladas en las orillas. “Se está empezando con algunos intentos de ingresar a los bosques. Hay fotos áreas que muestran algunas zonas en los bordes de los bosques. Justo como fue la historia de Madre de Dios, que empezó de la playa a la orilla. Luego sigue de la orilla al monte y luego la maquinaria pesada y la deforestación. Y no queremos que eso empiece a masificarse”, señala.
Los impactos son varios, dice Puertas, por un lado está la pérdida de recursos naturales. La región Loreto, por ejemplo, es el lugar con mayor diversidad de aves. En el caso del Nanay, tiene el registro de la mayor variedad de árboles por hectárea en el mundo. La minería ilegal también altera la estructura de los suelos, debido a la remoción de éstos. “Los suelos quedan prácticamente desiertos”, alerta Puertas.
Este movimiento de suelos y el aumento de la carga sedimentaria puede provocar inundaciones y, en consecuencia, el incremento de riesgo de desastres y la alteración de la dinámica de los ríos.
En cuanto a la contaminación por mercurio, se trata de un problema relacionado con la afectación de la salud humana. “El poblador amazónico, y en este caso, de Loreto, tiene en el pescado más del 80% de su fuente proteica. Y es el pescado el que acumula el mercurio”, dice Puertas.
Herman Ruiz, jefe de la Reserva Nacional Allpahuayo-Mishana, señala la importancia de los análisis que se realicen sobre la presencia de mercurio en los ríos y peces, porque se podrá determinar si existe algún tipo de afectación a las personas. Es importante hacer seguimiento puesto que podría haber algunas afectaciones, pero eso se determinará en los estudios que se están realizando”.
Ruiz también menciona que la Reserva Nacional Allpahuayo-Mishana es una de las áreas más biodiversas en términos de aves. “Tenemos más del 27 % del registro nacional de aves con más de 500 especies registradas dentro del área natural protegida”. En términos de endemismo —agrega Ruiz— la presencia de los bosques de varilla, con arena blanca, son pobres en nutrientes, por tanto, las plantas que allí crecen son muy especializadas. “Esto ha hecho que la fauna silvestre se haya especializado en este tipo de bosques. Tenemos tres aves endémicas registradas en la reserva, entre ellas está la perlita de Iquitos. En Loreto existen cuatro especies endémicas y tres habitan en esta reserva nacional.
Fuente:
Agosto, 2023