Nueva investigación identifica ecosistemas amenazados por la disminución del agua subterránea
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”
Aguas Subterráneas
En lugares donde las tablas de agua subterránea se encuentran con la superficie terrestre, la vida puede prosperar incluso en zonas muy secas. Estos acuíferos poco profundos actúan como reservas de agua, apoyando a los ecosistemas durante las sequías. Sin embargo, el cambio climático y el uso humano están agotando rápidamente estos niveles de agua subterránea en todo el mundo, necesitando mejores datos para identificar estos ecosistemas dependientes del agua subterránea.
Ahora, un nuevo estudio cartografía estos ecosistemas en regiones áridas a nivel mundial, examina su estado de protección y explora cómo se superponen con las comunidades humanas. La investigación, publicada el 17 de julio en Nature, representa la primera vez que se han cartografiado ecosistemas dependientes del agua subterránea a escala global. Liderado por científicos de The Nature Conservancy y el Desert Research Institute (DRI), el esfuerzo global reunió a investigadores de universidades, organizaciones sin fines de lucro e instituciones de siete países.
Sus resultados muestran que el 53% de estos ecosistemas se encuentran en áreas con conocida disminución de agua subterránea, mientras que solo el 21% existen en tierras protegidas o regiones con políticas de protección.
Melissa Rohde, ecohidróloga y autora principal del estudio, destaca la importancia de estos ecosistemas que varían desde manantiales desérticos hasta humedales costeros. Utilizando datos satelitales de la NASA y aprendizaje automático, los investigadores lograron cartografiar estos ecosistemas a nivel global con una precisión del 87%.
El estudio también subraya la necesidad de políticas creativas y sostenibles para preservar estos ecosistemas, especialmente en regiones vulnerables como el Sahel en África, donde la inseguridad alimentaria y el cambio climático están intensificando la explotación de tierras. La investigación concluye que para alcanzar objetivos globales de biodiversidad y climáticos, es crucial reconocer y gestionar adecuadamente la relación entre el agua subterránea y los ecosistemas.
Fuente:
Agosto, 2024