Pájaros que mienten
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”
Biodiversidad
El engaño y la mentira son aspectos de la comunicación que requieren un nivel bastante alto de inteligencia. Comunicar intencionadamente información falsa a los demás permite a un individuo obtener una ventaja sobre el receptor o receptores de dicha información falsa. Los humanos juzgamos la fiabilidad de nuestros interlocutores basándonos mayormente en nuestra experiencia personal. Si alguien nos miente repetidamente, lo más probable es que dejemos de confiar en esa persona muy pronto. ¿Existe en otros animales un proceso comparable de pérdida de credibilidad? Un estudio reciente ha examinado la cuestión en el caso de una especie de ave.
Los pájaros de la especie Perisoreus infaustus viven en grupos territoriales y tienen un elaborado sistema de comunicación: una amplia gama de sonidos les permite advertirse mutuamente de la presencia de diferentes depredadores, así como del comportamiento de su más feroz enemigo, el halcón.
Sin embargo, en ocasiones, los vecinos que se inmiscuyen en el territorio de un grupo ajeno utilizan con un propósito diferente los mismos sonidos que indicarían la presencia de un halcón. Su objetivo es engañar a los miembros del grupo sobre la presencia del depredador, y así ahuyentarlos para acceder a su comida.
La situación de las aves que reciben la alerta es delicada. Si ignoran el aviso, ello podría llevarlas a un desenlace fatal. Pero si hacen caso del aviso, el resultado de ello, aunque no fatal, también podría perjudicarlas.
¿Cómo juzgan estos pájaros el nivel de credibilidad de cada aviso que reciben?
Para responder a esta pregunta, Michael Griesser y Filipe Cunha, ambos de la Universidad de Constanza en Alemania, examinaron una población de pájaros salvajes de esa especie en el norte de Suecia.
Sus experimentos y observaciones muestran que estos pájaros confían mucho en las advertencias de los miembros de su propio grupo, pero mayormente ignoran las advertencias de sus congéneres de otros grupos. Así, las aves utilizan la información social para diferenciar entre las advertencias fiables y las que muy probablemente son falsas.
En definitiva, solo confían en las advertencias de los miembros de su propio grupo, porque son los individuos con los que suelen cooperar y existe confianza. En cambio, aunque los pájaros vecinos no sean unos desconocidos, no forman parte del grupo y por tanto sus intenciones no son de fiar. (Fuente: NCYT de Amazings)
Fuente:
Junio, 2021