Venezuela: el 2023 inició con derrames petroleros en Lago de Maracaibo
“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”
Ríos del Planeta
El 2023 comenzó en Venezuela con denuncias de al menos cinco derrames petroleros y fugas de gas en el Lago de Maracaibo, el más grande de Sudamérica.
Mongabay Latam habló con expertos para entender las causas de los constantes derrames relacionados con la petrolera estatal PDVSA, así como del daño ambiental que están generando.
Un derrame petrolero inauguró el año en materia ambiental en Venezuela. Una filtración de crudo dejó manchas de líquido negro que se extendieron por más de 30 kilómetros cuadrados en el Lago de Maracaibo, como reportó en Twitter el investigador Eduardo Klein.
Académicos que hablaron con Mongabay Latam reportaron que los derrames en el lago no son asunto nuevo, pues se iniciaron aproximadamente en la década de los ochenta, pero que se intensificaron desde que, alrededor de 2016, la mayor petrolera venezolana, PDVSA, descuidó los procesos de mantenimiento de la tubería en el cuerpo de agua durante la crisis económica que ha vivido este país. En este lago hay aproximadamente más de 28 mil kilómetros de tuberías petroleras submarinas que conectan refinerías y centros de almacenamiento.
También enfatizaron en que la desidia del gobierno venezolano para incidir en la recuperación de la infraestructura petrolera o sancionar a PDVSA ha sido responsable de que la situación continúe. Mientras tanto, la biodiversidad del ecosistema de estuario está en riesgo. “Hoy la fauna y la flora se resiste a morir. Se afecta el alimento de los peces que son el fitoplancton y el zooplancton. También los microorganismos que le sirven de alimento a los camarones, a los cangrejos y a los peces. Son la base de la cadena trófica (alimenticia)”, dijo Héctor Severeyn, doctor de la Universidad de Maryland en Ciencias Estuarinas, Marinas y Ambientales.
El horizonte no es claro. De acuerdo con los especialistas consultados, Venezuela ya cuenta con las herramientas para controlar las filtraciones, pero falta la voluntad política. “Venezuela tiene las normas necesarias para controlar la problemática, pero no se aplican”, comentó el oceanólogo Klaus Essig. Los expertos también reiteraron que el regreso de la democracia y la separación de poderes es necesario para que PDVSA repare sus daños.
Las cifras de derrames
El 7 de enero de 2023, el investigador Eduardo Klein tuiteó: “este derrame petrolero al sur Bachaquero, costa oriental del Lago Maracaibo tiene más de cinco meses chorreando. Ni una sola acción por parte de PDVSA”. El siguiente día publicó: “siguen los derrames en la costa occidental del Lago Maracaibo, en Barranquitas. El que está más al norte afecta a más de 30 kilómetros cuadrados”. Algo similar, le dijo a Mongabay Latam el oceanólogo Klaus Essig: “En Bachaquero hubo cinco derrames en los primeros días de enero”.
Ya que no hay cifras oficiales y los científicos disponen principalmente de imágenes satelitales, no es fácil estimar el volumen de las filtraciones de crudo. “No hay una estimación precisa (sobre cantidad de derrames). En algunos casos se habla de hasta mil barriles de petróleo diarios. Serían 30 mil barriles al mes, esos son como 300 mil barriles al año”, dijo Héctor Severeyn. Klaus Essig afirmó que hay más de 4 mil derrames al año. Las filtraciones más pequeñas son de 5 a 6 barriles, mientras que las mayores alcanzan de los 15 a los 40 kilómetros de largo, es decir, pueden ser decenas o cientos de barriles. Según Essig, hay derrames constantes a diario. La Academia de las Ciencias de Venezuela denunció que entre el 2020 y el 2021 hubo derrames por aproximadamente 200 mil barriles de crudo.
La infraestructura petrolera del Lago de Maracaibo no es menor ya que, durante años Venezuela gozó de una gran bonanza petrolera. Muestra de esto son los más de 28 mil kilómetros de tubería petrolera que hay en el lago. “Hay 28 mil kilómetros de tubería subacuática que bombean a las estaciones de captación y de concentración de hidrocarburos”, dijo Klaus Essig.
“El Lago de Maracaibo parece un plato de espagueti con la cantidad de tuberías que tiene”, aseguró Édgar Useche, biólogo, abogado y docente.
La contaminación del lago se ha manifestado en la presencia de metales que perjudican la salud humana y de otros animales. “Hace un tiempo se reportó que había alto niveles de banadio en los peces, que al parecer también estaba generando malformaciones en humanos”, dijo Severeyn. “El banadio y el plomo son los metales que más se encuentran en el petróleo”, complementó.
También se han denunciado los altos niveles de sulfuro, flúor, nitrógeno, detergentes y coliformes fecales (bacterias en heces).
El ecosistema del Lago de Maracaibo es único y ha sido puesto en riesgo por esta contaminación. Se trata de un estuario, que tiene una mezcla de agua dulce y salina, la ingresa desde el Golfo de Venezuela. El Lago de Maracaibo es el más grande de Sudamérica con 13 000 kilómetros cuadrados de área y cuenta con unos 200 kilómetros de manglar en la costa. En él hay unas 145 especies de peces, de las cuales al menos 30 son endémicas, según le dijo la bióloga Yurasi Briceño al medio venezolano Efecto Cocuyo. Entre los peces que sobresalen están el malarmo, el pámpano, la corvina, el bagre paletón y el bagre guitarrita andino. También hacen presencia 16 especies de tiburones, 5 de tortugas, manatíes del Caribe, nutrias, tortugas y los delfines o toninas del Lago de Maracaibo, como aseguró Briceño en el medio venezolano El Pitazo.
Pero, sobre todo, en este ecosistema hay una variedad particular de microorganismos que alimentan a los peces. También es zona de alta presencia de moluscos y crustáceos. “El camarón blanco y el cangrejo azul son característicos”, dijo Severeyn.
El daño a la biodiversidad
“Hay más de 10 mil pescadores en el Lago de Maracaibo”, comentó Ausberto Quero de la junta de ingenieros del Estado Zulia y director de la Asociación Civil para la Conservación del Lago de Maracaibo (ACLAMA). Una de las posibles consecuencias de la contaminación en el cuerpo de agua es la disminución de las poblaciones de peces, lo cual ha afectado a las comunidades que dependen de estos para su subsistencia. Según pescadores consultados en un reportaje de Mongabay Latam, antes capturaban una tonelada de peces en una semana pero, ahora, a duras penas llegan a 300 kilos.
En general, los impactos en el lago se sienten más en la parte sur. “El Lago Maracaibo es una especie de golfo, grande. Tiene un estrecho, en donde están la mayoría de pozos petroleros. Las principales ciudades son Maracaibo, Cabimas, ciudades netamente petroleras. El efecto contaminador se siente más en el sur del lago. Prácticamente el 90 % del Lago en la zona del estrecho (el sur) está afectado”, dijo Héctor Severeyn. Las aguas residuales también son otro factor contaminante en el lago.
Algunas de las especies emblemáticas afectadas son el manatí del Caribe (Trichechus manatus) —en estado Vulnerable (V) en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés)— y los delfines o toninas del Lago de Maracaibo. “Los delfines costeros (Sotalia guianensis) (…) están en el Lago de Maracaibo. En esta zona hay una contaminación muy fuerte por parte de las descargas de petróleo, que son diarias, son derrames constantes durante el año. Sumado a esto está la cacería, algo que no es común en el resto de la costa de Venezuela, de hecho en ninguna parte tenemos datos de cacería, solamente en el lago”, dijo a Mongabay Latam en 2020 la bióloga venezolana Yurasi Briceño.
Otras especies afectadas son las tortugas, incluyendo la especie Cabezón del Zulia, solo vista en dicha zona y en estado Vulnerable en la Lista Roja de la IUCN. También están el camarón blanco y el cangrejo azul o jaiba, afectados por los derrames, pero también por la sobrepesca. “Los pescadores dependían de la captura del cangrejo azul. El lago también era un criadero natural de camarón y había granjas camaroneras. Pero esta producción se afectó”, aseguró Klaus Essig. La lista de especies afectadas la completa el caimán de la costa (Crocodylus acutus), también en estado Vulnerable en la Lista Roja.
Un experto, que prefirió la reserva de su nombre, dijo que la investigación científica en Venezuela hoy también enfrenta “retaliaciones de la dictadura” y quizás esa es una de las razones por las que no hay claridad sobre el estado en el que están las múltiples especies. “Si sacan información o publicaciones académicas sobre las afectaciones a la biodiversidad pueden terminar siendo perseguidos. Así que en el país no hay mucha información o investigaciones recientes sobre el tema desde la academia”, comentó.
La salud humana también estaría afectada en las cercanías de un lago que hace décadas permitía a las comunidades beber sus aguas y hasta cocinar con ellas, según cuentan los expertos. “Los componentes más livianos del petróleo en esas aguas se evaporan, la gente respira ese aire. Entonces se enferma el sistema respiratorio de la gente. Sufren penosas enfermedades cardiopulmonares y cutáneas”, comentó Klaus Essig.
Las causas del caos y qué se espera en el futuro
Todos los entrevistados para este reportaje estuvieron de acuerdo en que la falta de mantenimiento de la infraestructura vieja de PDVSA es la principal causa de los derrames. “Se calcula que hay más de 22 mil kilómetros de tuberías petroleras inactivas de crudo y gas en el Lago de Maracaibo”, asegura Ausberto Quero.
“A partir del año 2016, con el deterioro de la situación de PDVSA a las tuberías operativas se les dejó de hacer mantenimiento para evitar los procesos de deterioro y oxidación. Se comenzaron a presentar fugas. No le hacen mantenimiento a la infraestructura porque no tienen capacidad. El personal preparado ya no trabaja en PDVSA, abandonaron las tuberías. Antes había cuatro botes de control de derrames, casi mil personas para tareas de reparación y restauración. La infraestructura requiere mucho mantenimiento, pero se dejó de hacer”, dice Essig. “Sustituyeron algunas secciones con nuevas tuberías y dejaron en el fondo las clausuradas, con el hidrocarburo remanente adentro. Estas se corroen y se inician las fugas”, agrega el oceanólogo.
Otro factor que los expertos señalaron como central es la falta de información y monitoreo de los derrames. A los científicos y a la sociedad civil les ha tocado generar sus propios conteos históricos, los cuales esperan que sirvan para reparar la situación en algún momento. “Hay organizaciones particulares que llevan el registro de los derrames. Ni el gobierno ni PDVSA llevan registros, ni verifican qué afectación hubo [en los derrames]”, aseguró Ausberto Quero.
Adicionalmente, los académicos comentaron que la complicidad de las autoridades con la petrolera estatal PDVSA es el pan de cada día. “Ninguna institución dicta procedimientos administrativos contra PDVSA ni las sanciones correspondientes por las fugas que se traducen en derrames recurrentes y de amplio espectro espacial, afectando la fauna acuática, la pesca, las aves y los márgenes costeros (de mangle)”, agregó Quero.
En las condiciones actuales es prácticamente imposible encontrar los responsables de cada derrame, indicaron los expertos. PDVSA no responde a las denuncias de las comunidades ni de los académicos. En ocasiones ha dicho que se trata de operaciones de saboteo contra su infraestructura.
Sin embargo, la compañía no parece preparada para enfrentar este tipo de emergencias. “PDVSA tiene su propio plan de contingencia, pero no se actualiza desde 1995, lo que tiene dicho documento no está actualizado. El Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA) debería vigilar y atender los derrames petroleros, en conjunto con los responsables, en este caso PDVSA. El INEA también debería consolidar la información de número y gravedad de los derrames”, afirma el oceanólogo Klaus Essig.
Mongabay Latam se contactó con PDVSA y el Ministerio de Ecosc¡ocialismo para conocer su versión sobre los constantes derrames de petróleo en el Lago de Maracaibo pero hasta el momento no se obtuvo respuesta por parte de las entidades.
El futuro no parece prometedor. Según los expertos, sin un cambio de régimen en Venezuela que permita el regreso de la democracia, la separación de poderes y el fortalecimiento institucional, no será posible recuperar el Lago de Maracaibo. En palabras de Édgar Useche, la solución pasa por “rescatar la institucionalidad en Venezuela, recuperar las autoridades nacionales ambientales. Hoy muchos funcionarios no tienen la preparación necesaria. Se requiere el regreso del Estado social de derecho, de la democracia. Hasta entonces Venezuela seguirá al garete”.
Fuente:
Marzo, 2023