La UE lanza un estudio paneuropeo para la detección temprana del coronavirus en aguas residuales
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Aguas Residuales
El agua residual puede funcionar como indicador fiable de la presencia del SARS-CoV-2 en la población, aunque en sí misma no es una fuente de infección. Grupos de investigación de casi todos los Estados Miembros de la UE y otros países han notificado de manera independiente tener la capacidad de detectar fragmentos de ARN del SARS-CoV-2 en aguas residuales. Se trata de la primera oportunidad de hacer un seguimiento fiable de la presencia del virus en la población de forma unificada sin necesidad de hacer pruebas directas a las personas. Cabe destacar los estudios que han detectado el virus en las aguas residuales antes de notificarse la presencia de casos clínicos, lo que apunta a la posibilidad de formar parte de un sistema de alerta temprana para la vigilancia de la salud pública. Se trata de un paso importante hacia la "convivencia con el virus", asegurando la preparación y agilidad de respuesta de cara a rebrotes.
Implicar a diversidad de actores
La Comisión Europea ha creado un estudio a nivel paneuropeo para conocer mejor las limitaciones y las dificultades inherentes a este planteamiento. Incluye el desarrollo de una hoja de ruta para la puesta en funcionamiento de iniciativas de seguimiento complementarias a nivel nacional y regional. A iniciativa del Instituto de Investigación de Aguas holandés KWR y la Universidad Técnica de Aquisgrán en Renania del Norte-Westfalia (Alemania), y con el apoyo de EurEau y Water Europe, el Centro Común de Investigación (JRC) y la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, con la participación de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria, han formado una alianza de investigación. Se ha organizado un estudio en el que están involucradas directamente 90 depuradoras europeas.
Lograr el consenso de las organizaciones de salud pública
En la actualidad el estudio implica a 17 países (Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Eslovaquia, España, Estonia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Malta, Polonia, Rumanía y Sucia) que han decidido solaparse con el estudio de la UE. Otros 9 países (Chequia, Dinamarca, Eslovenia, Finlandia, Francia, Hungría, Israel, Luxemburgo y Portugal) se unirán en la segunda ronda del estudio, que tendrá lugar en agosto de 2020. Los resultados preliminares indica que el planteamiento es viable; actualmente están siendo analizados para llegar a un consenso sobre el uso de los datos generados. Siguiendo un enfoque inclusivo, se han revisado cuestiones esenciales y limitaciones de forma conjunta con entidades privadas y públicas que se han unido a la iniciativa: El Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), el Centro Tecnológico de Cataluña Eurecat, el Centro Helmholtz de Investigación Ambiental (Alemania), el Centro Internacional de Investigación en materia de Aguas NIREAS (Chipre), la red europea NORMAN, SUEZ, La Universidad de Tesalia y la Universidad Técnica Nacional de Atenas, y la Universidad de Exeter (Reino Unido), entre otros.
Compartir los resultados para ayudar a las zonas problemáticas
La Alianza Mundial por la Calidad del Agua (WWQA) del PNUMA y la Organización Mundial de la Salud han ofrecido su poder de convocatoria para organizar en las próximas semanas la transferencia de conocimientos a la comunidad internacional, con objeto de ayudar a las zonas con más problemas en la actualidad.
Fuente:
Cristina Novo
Agosto, 2020