El suministro de agua potable y otros servicios básicos colapsan en Gaza
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
El Recurso Hídrico, Conflicto y Cooperación Internacional
Naciones Unidas ha alertado de la urgente necesidad de obtener financiación para la compra de combustible en la Franja de Gaza y ha resaltado que, de no recabarse fondos a tal fin, el enclave palestino podría sufrir un colapso "catastrófico" de los servicios básicos.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha resaltado que las últimas existencias del combustible de emergencia serán entregadas durante esta semana a través de un programa apoyado por el organismo internacional, para el que es necesario apoyo de los donantes.
Los niños palestinos llenan sus botellas con agua de un grifo público en Gaza el 1 de julio de 2014 [Eyad Al Baba / Apaimages]
El combustible es empleado para alimentar los generadores eléctricos en diversos centros sanitarios y para mantener en funcionamiento las instalaciones que proveen de agua potable la Franja de Gaza.
"Si no se reciben nuevos fondos de forma inmediata haremos frente a un colapso potencialmente catastrófico en la entrega de los servicios esenciales", ha sostenido el responsable de la OCHA, Jamie McGoldrick.
Jamie McGoldrick, responsable de la OCHA
Así, ha advertido de que "los servicios facilitados en hospitales, clínicas y el tratamiento de residuos, agua e instalaciones sanitarias llegarán a su fin" y ha agregado que "algunos hospitales están a una semana de cerrar".
"Las personas más vulnerables de Gaza, que dependen de los servicios públicos y tienen recursos limitados, serán los más afectados", ha subrayado. Actualmente los residentes del enclave cuentan únicamente con entre cuatro y cinco horas de servicio eléctrico.
Por ello, la OCHA ha destacado que se necesitaría un mínimo de 4,5 millones de dólares (cerca de 3,8 millones de euros) para mantener operativos los servicios fundamentales hasta que termine el año.
En este sentido, ha reiterado que los hospitales gazacíes cuentan únicamente con combustible para las próximas dos semanas, si bien algunos como el Hospital Al Aqsa podría tener que poner fin a sus servicios en menos de una semana.
El organismo ha detallado que más de 4.800 pacientes necesitan atención que requiere un suministro eléctrico constante, entre ellos 300 que están conectados a ventiladores, máquinas de diálisis, incubadoras y máquinas anestésicas.
Asimismo, ha estimado que cerca de 300.000 personas se podrían ver afectadas por asuntos como fallos en el funcionamiento del alcantarillado, lo que ha llevado a McGoldrick ha recalcar que "la situación en Gaza es desesperada".
"Más de una década de bloqueo y divisiones políticas internas no resueltas han dejado a la gente sin sus derechos y a dos tercios de la población dependiente de la ayuda humanitaria", ha valorado.
"Podemos evitar un acercamiento mayor hacia la catástrofe garantizando que los servicios esenciales continúan, peor necesitamos que la comunidad internacional dé inmediatamente un paso adelante con apoyo para lograrlo", ha zanjado.
Fuente:
Septiembre, 2018