Datos de satélite muestran la dramática deforestación del Amazonas en la era Bolsonaro
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Deforestación
El gobierno de Bolsonaro ha duplicado la deforestación del Amazonas | imagen Imazon-Google Earth
Las elecciones en los últimos años nos están dejando un sorprendente panorama político mundial salpicado de dirigentes poco o nada preocupados por el medio ambiente. Resulta realmente paradójico que a pesar de vivir en una época donde la información, datos y estudios sobre el cambio climático son abrumadores, aun así, en numerosos países se han alzado con el poder los candidatos menos concienciados con el problema. El nombre de Donald Trump es, seguramente, el primero en esa lista, pero otros países, como Brasil también están viviendo su particular calvario con las agresivas políticas ambientales de su presidente Bolsonaro.
En poco más de seis meses en el cargo, el conservador nacionalista Jair Bolsonaro ha protagonizado infinidad de portadas por sus exabruptos a favor de la dictadura militar, su frontal oposición a los colectivos LGTBI o sus ataques a partidos progresistas. Sin embargo, otras decisiones del mandatario brasileño y su gabinete, están pasando más desapercibidas a pesar de ser mucho más dañinas a corto y medio plazo.
El gobierno de Bolsonaro, en solo unos meses, ha desmantelado las agencias de conservación, se ha mostrado crítico sobre la lucha contra el cambio climático y ha recortado de raíz el presupuesto destinado a hacer cumplir las leyes ambientales. Las primeras consecuencias de estas decisiones ya son visibles: la Agencia de protección ambiental de Brasil, IBAMA, se ha quedado prácticamente sin fondos, y ha perdido cualquier atisbo de autoridad desde que Bolsonaro llegó al poder en enero. Ahora, las competencias de la Comisión forestal se han trasladado al Ministerio de Agricultura, que está dirigido por aliados de la industria agrícola. Las posiciones de Bolsonaro son claramente anti ambientales y desde su llegada al cargo, su objetivo ha sido reducir las protecciones de los bosques y selvas, sin presentar ningún plan para combatir la deforestación que se está realizando.
Esta semana la ONG Imazon, una institución de investigación sin fines de lucro clasificada como Organización de Interés Público de la Sociedad Civil, cuya misión es promover el desarrollo sostenible en la Amazonía a través de estudios, apoyo para la formulación de políticas públicas, ha hecho públicos los resultados de su colaboración con Google Earth para monitorizar vía satélite la deforestación en el Amazonas. En estos datos ha colaborado también el Instituto Brasileño de Investigación Espacial (INPE), que mediante el sistema de alerta DETER, ha registrado una deforestación de 739 kilómetros cuadrados solamente en el mes de mayo. Estos datos son descorazonadores y prácticamente doblan la superficie deforestada respecto al mismo mes de mayo de años anteriores.
Cuando hablamos de superficies resulta difícil hacerse una idea de los tamaños y por eso, siempre surge la inevitable comparación con los “campos de fútbol”… pues bien, para visualizar de manera más clara estos datos diremos que, en este mes de mayo, se han deforestado dos campos de fútbol cada minuto.
Las industrias beneficiadas por esta deforestación están encantadas, sobre todo con la drástica caída en la vigilancia de sus actividades. El gobierno de Bolsonaro ha emitido menos multas que en cualquier momento en los últimos once años y el número de operaciones de inspección ha bajado un 70% respecto al año pasado… en definitiva, hemos puesto al zorro a vigilar a las gallinas, y ya sabemos cómo termina esa fábula.
Fuente:
Javier Peláez
Junio, 2019