¡Un siglo! tiempo en que no se sabía de un antiguo bagre en los ríos costeros de América del Sur
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Biodiversidad
Un grupo de científicos, y a través de análisis de ADN, lograron establecer que en ríos costeros de la Región del Biobío se encuentra una antigua familia de bagre Diplomystidae que no se había registrado desde 1919.
Un grupo de investigadores estudiando los efectos de las plantaciones forestales sobre los ríos costeros, se llevó una tremenda sorpresa y alegría. De entre las capturas de peces, de pronto encontraron una que, sin espacio a ninguna duda, la reconocieron como un bagre de la familia Diplomystidae, pese a que hace más de 100 años atrás no se habían visto en esos ríos.
¡Nos sorprendió bastante! Dijo la Dra. Nicole Colin integrante del instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Universidad Austral de Chile y docente del Doctorado en Ciencias, Mención Ecología y Evolución, solo estaba registrada la especie para ríos andinos, el único registro costero era del estero Nonguén, en Concepción, hace 100 años. Desde ese entonces no se había descrito ningún otro ejemplar.
Durante muestreos realizados entre 2014 y 2019 en cuencas costeras de la ciudad de Concepción, se capturaron cuatro individuos de Diplomystidae, o bagre, entre 3.9 y 7.5 cm, explica la Dra. Colin y cuyo hallazgo fue recientemente publicado en la revista Neotropical Ichthyology.
“Estos peces son muy antiguos, los fósiles que hay son del Cretácico. En Chile existen cinco especies, pero solo se conocían en los ríos andinos, aquellos que nacen en la cordillera de los Andes. Se desconocían por completo en ríos costeros, los cuales tienen su origen en la cordillera de la Costa, por esta razón, y a estudios previos, se pensaba que estos peces necesitaban ambientes muy grandes para sobrevivir, lo que hacía pensar que no estaban en ríos costeros que son bastante más pequeños”, detalló Dr. Konrad Górski del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas, Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile y colaborador del programa de Magíster en Ciencias, Mención Recursos Hídricos.
Como el tema del estudio no era encontrar estos peces, estos fueron liberados en su oportunidad. Luego de confirmar su presencia en estos ríos se preparó una campaña especial para dar con ellos nuevamente. Una vez encontrados se hizo un análisis genético, el cual lideró el Dr. Carlos Muñoz, del Instituto de Entomología, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y el Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS), de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, que determinó que es una población de bagre de la especie Diplomystes nahuelbutaensis.
“El hallazgo representa el redescubrimiento del género en las cuencas costeras en más de un siglo. Basado en el análisis de Secuencias de ADN mitocondrial, se encontró que las muestras recolectadas estaban estrechamente relacionadas con Diplomystes nahuelbutaensis de la cuenca andina del Biobío, pero suficientemente diferenciada para sugerir que en la cuenca costera las poblaciones son una unidad de manejo diferente”, explicó Carlos.
Los investigadores indican que estas poblaciones son importantes porque, a diferencia de lo que se pensaba, demuestran que estos bagres pueden sobrevivir en pequeñas redes fluviales, brindando oportunidades únicas para la investigación y conservación. La categoría de conservación de En Peligro Crítico (CE) fue recomendada para las poblaciones de las cuencas de Laraquete y Carampangue.
“Seguiremos estudiando al grupo en general de Diplomystes, esta es una familia ancestral con 5 especies en Chile, son peces muy antiguos y su importancia es bastante grande, debido también a su alto endemismo, solo están presentes en algunas cuencas” adelantó la Dra. Nicole Colin, agregando que es muy necesario conocer los distintos ríos de nuestro país, porque existe poca información, sobre todo de los ríos costeros. “La conservación de especies raras y antiguas es fundamental porque contribuyen desproporcionadamente más a la biodiversidad y su extinción causaría una pérdida severa de ramas importantes del árbol de la vida”, concluyó la especialista.
Cabe destacar que además participaron en la publicación del estudio los investigadores Raúl Briones, Pablo Fierro, Alonso Jara y Aliro Manosalva.
Fuente:
Mayo, 2020