Millones de personas viven sin acceso a agua potable

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

Acceso al Recurso Hídrico

¿Te imaginas despertarte un día y tener que caminar 10 km para tener acceso a agua potable? En México, son más de 9 millones de personas las que tienen que hacer ese recorrido todos los días.

¿Sabías que además, de acuerdo al Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), el 69% de ellas se encuentra en situación de pobreza? Te cuento que se considera a alguien pobre cuando esa persona no tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social. 

¿Y cuáles son esos derechos? El tener acceso a educación, salud, alimentación nutritiva y de calidad, vivienda digna y decorosa, medio ambiente sano, trabajo y seguridad social. (Estos son definidos en la ley general de Desarrollo Social).

La carencia de acceso al agua potable no solo significa la falta de agua, sino el acceso inadecuado a este recurso. Por lo general, las causas son el suministro insuficiente y su mala calidad. Por un lado, el suministro insuficiente es ocasionado por la escasez de fuentes de abastecimiento o por problemas financieros para vincularse a la red pública.

Por otra parte, la mala calidad es resultado del tratamiento inexistente o deficiente del agua y del mantenimiento de las instalaciones hidráulicas.

Lo anterior resulta preocupante, ya que el hecho de no contar con acceso al agua potable tiene efectos en la salud e higiene, en los recursos económicos e incluso en la seguridad de los individuos. La falta de agua en calidad y cantidad afecta significativamente a mujeres, hombres, niñas y niños.

El acceso a fuentes de agua potable es un derecho humano

El acceso al agua, el saneamiento adecuado y la higiene, han sido reconocidos por las Naciones Unidas (2010) y por la Constitución Mexicana (2012) como derechos fundamentales. Esto sigifica que todos dispongan de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico. 

Con el fin de garantizar este derecho y atender la problemática global a la que nos enfrentamos, los países miembros de las Naciones Unidas se han comprometido con la famosa Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El Objetivo #6 específicamente habla sobre “agua limpia y saneamiento” y busca garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua. 

¿Y si trabajamos bajo el concepto de valor compartido para llevar agua a donde todavía no hay?

Primero, déjame contarte qué es el valor compartido. 

Podemos definirlo como las políticas y prácticas operacionales que mejoran la competitividad de una empresa mientras que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde opera (E. Porter y Mark R. Kramer, 2011). El valor compartido redefine el papel de las empresas dentro de la sociedad y va más allá de la responsabilidad social. 

Algunas formas en las que podemos crear valor compartido son:

  • Reconcebir los productos y mercados

  • Redefinir la productividad en la cadena de valor

  • Eliminar la división que hemos generado entre lo que consideramos las responsabilidades de las empresas, las del gobierno y las de la sociedad civil

¿Qué pasaría si los sectores público, privado y la sociedad civil generaran valor para favorecer el desarrollo económico y social de las comunidades donde coexistimos? 

Las vinculaciones con propósito, pueden construir proyectos sostenibles que fomenten el desarrollo social de todos las y los mexicanos y que nos permitan resolver cosas tan complejas como la carencia de agua.

Finalmente, es importante recordar que el cuidado de este recurso y asegurar su acceso nos compete a todas y todos. Ahora bien, hay pequeñas acciones que podemos llevar a cabo para fomentar el ahorro y el cuidado del agua desde nuestra trinchera.

Te dejo 5 ideas simples:

  1. Pon una cubeta vacía mientras te bañas y usa el agua para limpieza del hogar.

  2. Revisa que no tengas fugas de agua en casa.

  3. Instala un filtro purificador en casa en lugar de comprar botellas de agua o garrafones, échale un ojo a Bebbia.

  4. Conoce más sobre los sistemas de captación de agua pluvial y los beneficios de instalar uno en tu casa.

  5. Apoya a alguna organización de la sociedad civil que trabaje en el tema, sobre todo, en comunidades rurales, te recomiendo Cántaro Azul.

Quizás tú no seas uno de los de mexicanos que día a día caminan 10 kilómetros para llegar al agua que tanto necesitan. Pero quizás sí tengas la oportunidad de, con acciones pequeñas, cuidar el agua, generar valor compartido y hacer una diferencia en la vida de alguna de esas 9 millones de personas.

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Agosto, 2021

Acceso al Recurso Hídrico