Perú: claves para entender la lucha de los nahua contra la contaminación de mercurio
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
Recurso Hídrico y Pueblos Originarios
Imagen central: Survival International.
Los nahua de la Comunidad nativa de Santa Rosa de Serjali, situados en el departamento de Ucayali, exigieron en diciembre exámenes más exhaustivos sobre la contaminación por mercurio.
Esta población en contacto inicial, que vive dentro de la Reserva Territorial Kugapakori Nahua, Nanti y Otros, denunció en un reportaje publicado por Mongabay Latam que la posta médica no cuenta con los recursos necesarios ni con personal permanente.
En diciembre de 2018, Mongabay Latam publicó el Especial ‘Acorralados por mafias y enfermedades: la situación de los pueblos en aislamiento y contacto inicial’ y mostró la problemática de estos pueblos en cuatro países de la región: Colombia Ecuador, Venezuela y Perú. En el caso de este último, se narró la pelea de los indígenas nahua que viven en la Reserva Territorial Nahua Nanti Kugapakori y Otros (RTKNN), una población vulnerable y preocupada por la contaminación de mercurio a la que se ven expuestos.
Su temor es real y fundamentado. Entre noviembre del 2014 y octubre del 2015, el Centro de Salud Ocupacional y Ambiental (CENSOPAS), por encargo del Ministerio de Salud (MINSA), recogió muestras de orina entre los nahuas de la RTKNN —situada entre los departamentos de Ucayali, Madre de Dios y Cusco— hasta en cuatro oportunidades. En todas estas ocasiones, se encontraron fuertes concentraciones de este metal pesado, especialmente en niños menores de 12 años.
En el interior de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros se encuentran viviendas temporales como esta, habitadas por indígenas aislados. Crédito: Survival International.
Jader Flores, indígena nahua que vive dentro de la reserva, dijo en una reunión realizada en noviembre de 2018, frente a otros nahuas de Serjali, a representantes de la Coordinadora de Pueblos Indígenas de Atalaya (CORPIAA) y del Ministerio de Cultura: “No tenemos idea de lo que nos pasa, por eso exigimos a las autoridades que actúen”.
Mercurio en los nahua
El informe ‘Análisis de Situación de Salud del pueblo Nahua de Santa Rosa de Serjali en la RTKNN’, emitido por el Ministerio de Salud en el 2017, indica que la concentraciones de mercurio, tras las pruebas realizadas, fueron evidentes en el 78 % de las muestras, un signo literalmente alarmante de la situación en la comunidad de Santa Rosa de Serjali.
Jader Flores denunció en la publicación de Mongabay Latamque hasta diciembre de 2018 no se les había practicado un estudio de pelo, como lo recomendaba el documento del MINSA. Este análisis es el más recomendable, pues el pelo tiene la ventaja de contar con una memoria de largo plazo, tal como lo explica en un artículo reciente el doctor Héctor Solórzano de la Universidad de Guadalajara (México).
Un anciano Nahua. Desde la década del 80 del siglo pasado este pueblo inició un proceso de contacto inicial que tuvo fatales consecuencias. Aún hoy es vulnerable. Crédito: Johan Wildhage/Survival.
Tener mercurio en el cuerpo es altamente peligroso. Puede originar desde diarreas y dermatitis hasta “varios tipos de cáncer y alteraciones al feto”, de acuerdo al Dr. Carlos Manrique, quien trabaja en Puerto Maldonado y ha visto varios de estos casos de contaminación. A eso se está enfrentando el pueblo nahua de Serjali.
En ese momento, Beatriz Huertas, antropóloga especializada en PIACI y que años atrás trabajó en el Ministerio de Cultura (MINCUL), llamó la atención sobre este problema con esta frase: “Pareciera que no se entiende que es una situación de emergencia”.
2016: el año de la emergencia sanitaria
Los problemas de salud en la población nahua de Serjali estaban presentes desde 2016. Ese año, en abril, el MINSA declaró en emergencia sanitaria a la comunidad de Serjali. Según quienes estuvieron presentes, se llevó agua, medicamentos, personal de salud. Pero la situación no mejoró sustantivamente, comenzando porque, como apunta Jader Flores, “la posta a veces está vacía”.
El propio MINCUL, a través de su Viceministerio de Interculturalidad, conformó al mes siguiente (mayo del 2016) un Grupo de Trabajo “para proteger a la población nahua de Ucayali”, en el que se integraron representantes de los ministerios de Salud, Ambiente, el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES), la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) y el Gobierno Regional de Ucayali (departamento donde se encuentra parte de la RTKNN).
El Estado y la sociedad no han logrado aún establecer políticas eficaces para proteger la vida de estos pueblos. La tarea está pendiente. Crédito FENAMAD.
Estaba previsto para que dure seis meses, pero a la fecha de la publicación del artículo seguía funcionando. Básicamente porque no se había encontrado una respuesta sobre el origen del mercurio presente en el organismo de los nahua. Además, en la modesta posta que hay en Serjali no solo falta atención. Faltan también equipos e infraestructura y hay escasas atenciones preventivas (solo 9,6 % de las que se deberían haber realizado entre el 2011 y el 2014), de acuerdo al informe del MINSA.
Actualmente, son aproximadamente 400 los miembros de del pueblo nahua asentados en Santa Rosa de Serjali. Su condición de vulnerabilidad los expone a enfermedades que un habitante urbano, o hasta rural, supera en unos pocos días. En más de una ocasión, un resfrío común puede causar una tragedia masiva.
El 61,2 % de los niños menores de 5 años sufre de desnutrición crónica. Entre los Nanti, otra etnia de la RTKNN, esa cifra sube a 67,3 %, como señala el informe del MINSA.
La prevalencia de la anemia, de acuerdo a este estudio, es de 76,7 % en el conjunto de la población, con menos incidencia en los niños, aunque eso no hace menos dramático el cuadro. La medición que se hace entre los años 1997 y 2014 revela que, en ese lapso, el 75 % de las muertes se produjeron antes de los 31 años. Un 25 %, a su vez, antes de los cinco meses de edad, todo lo cual sugiere que en Serjali la gente se va prematuramente.
“Hay mucha gente enferma de anemia, de tuberculosis, de diabetes, no hay medicinas y el enfermero no está siempre allí”, señala Jader Flores.
Territorio en disputa
Algunos nahuas de Serjali temen que la empresa Pluspetrol, operadora del Consorcio Camisea que extrae gas natural en el denominado Lote 88, ubicado en la RTKNN desde el 2004, sea la responsable por la presencia del mercurio. La compañía, sin embargo, se ha defendido. En enero de 2018 descartó “cualquier posibilidad de que las explotaciones de gas puedan generar contaminación por mercurio” tanto en la población como en el medio ambiente. Sostuvo, entonces, que en sus procesos productivos no se utiliza este metal, “ni se generan emisiones del mismo”. Y agregó que hay un constante monitoreo y que los organismos del Estado fiscalizan las actividades que se desarrollan en el campo.
Un informe de la ONG ecuatoriana Acción Ecológica, escrito por la investigadora Elizabeth Bravo en el 2007, indica que los cortes de perforación con fines de extracción de hidrocarburos pueden movilizar cadmio, plomo y también mercurio. La manera de saber si esa es la fuente de contaminación, o no, es precisamente hacer un estudio a fondo, in situ y que incluya la toma de muestras de pelo del pueblo nahua.
El Lote 88, donde actualmente opera el Consorcio Camisea, tiene 143 500 hectáreas, está allí dentro porque se estableció en los años 80, antes de que se creara la reserva, el 14 de febrero de 1990. La compañía tiene derechos preestablecidos, pero los Nahua y otros pueblos defienden su derecho también a la protección y la autodeterminación.
PlusPetrol ha tratado de ampliar su área de trabajo. Lo intentó en el 2012, cuando dos medios de comunicación peruanos informaron que el gobierno de Ollanta Humala planeaba entregarle a Pluspetrol el Lote Fitzcarrald que cubriría una parte de la RTKNN y una parte del Parque Nacional del Manu. Ante un requerimiento de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Perupetro, la empresa estatal encargada de negociar, suscribir y supervisar contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, informó que la ubicación exacta de dicho lote “estaba en elaboración”.
El tema se quedó congelado allí.
Un año más tarde, en setiembre de 2013, también durante el gobierno de Humala, la empresa solicitó la ampliación de sus actividades en el lote. Los Nahua respondieron un mes después enviando una carta al Ministerio de Cultura oponiéndose a dicha ampliación porque “afectaba su territorio ancestral”.
El tema se quedó congelado allí, hasta ahora. Pero ambos episodios evidenciaron que el territorio de la reserva puede despertar nuevas disputas.
El largo camino para convertirse en reserva indígena
Jader Flores contó que en los alrededores de Serjali cada vez es más difícil ver animales de monto, como la sachavaca o la huangana. “Ahora hay que irse más lejos”, dijo. Lo mismo ocurre con los peces: aún se encuentran palometas, pero la gamitana, una especie de carne muy apreciada, ya no es tan frecuente. El impacto para estos pueblos en contacto inicial se siente cada día más.
Las perspectivas de futuro no son muy claras. De las cinco reservas territoriales, hasta ahora tres han sido convertidas en reservas indígenas, vía el Decreto Supremo No.007-2016 del MINCUL: la Isconahua, la Mashco Piro, la Murunahua. Las otras dos siguen siendo revisadas por la Comisión Multisectorial, pero es quizás la RTKNN la más problemática por la existencia del Lote 88, que es motivo de controversia, disputa, y cuya influencia en la salud de los nahua no ha sido esclarecida oficialmente.
Julio Cusurichi, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), una organización que vela por los derechos indígenas en sur del Perú, afirmó que la situación es “totalmente preocupante”. Conrad Feather, un antropólogo británico que ha trabajado en esa zona afirma algo central: “estos pueblos estaban acostumbrados a vivir dispersos, no tienen capacidad para aguantar la presencia de gente de otros lados”. Cuando los Nahua, hacia los años 90, comenzaron a aglomerarse en Serjali, se complicaron la vida, perdieron tierras, identidad, recursos.
Julio Cusurichi, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD). Fotografía: Goldman Prize
Ha habido una serie de acciones para amortiguar ese proceso, como la carta que el 31 de mayo del 2018 AIDESEP y el IDL enviaron a seis Relatores Especiales de Naciones Unidas, entre ellos a Victoria Lucía Tauli-Corpuz, la relatora sobre derechos de los pueblos indígenas. En ella, alertan sobre la grave situación de salud de los Nahua que viven al interior de la RTKNN y afirman que el Estado peruano no ha cumplido con su obligación de garantizar los derechos de este pueblos y de los otros que viven al interior de esta reserva. Tauli expresó en ese momento su preocupación por el tema e instó al gobierno a tomar medidas más urgentes.
En noviembre las cosas empezaron a moverse un poco. En la reunión celebrada en noviembre en Atalaya, a la que asistió Jader Flores, representantes del MINCUL anunciaron que se daría impulso a la investigación sobre los orígenes del mercurio y la categorización de la RTKNN, para ver si pasa a convertirse en reserva indígena. También se mencionó que un Comité de Gestión ha elaborado un Plan de Trabajo 2019, que aspira a proteger la vida y la salud de los pueblos que la habitan.
El reportaje completo lo puedes leer aquí.
Fuente:
Marzo, 2019