10 tendencias actuales del mercado del agua
"Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar"
El agua
Hasta hace relativamente poco tiempo, el agua era un mercado del que pocos datos se sabían. Empresas de construcción de infraestructuras se dedicaban a construir las plantas de tratamiento de aguas, con poca especialización e inversión en el sector. Pero esa foto ha cambiado. Hoy ya existen multitud de empresas especializadas en el sector del agua, con un alto nivel de conocimiento tanto en las últimas tecnologías en tratamientos como en mecanismos de financiación y eficiencias en la construcción.
Esta maduración y especialización de las empresas también se debe a una mayor conciencia sobre la realidad de los recursos hídricos y los problemas de determinadas geografías para tener acceso a una fuente mejorada de agua. Para darle solución a estos retos se construyeron plantas de potabilización y depuración en numerosas áreas del planeta, siendo el abastecimiento de agua potable la mayor de las preocupaciones. Sin embargo, hoy en día existen otros focos en los que el sector y la población se están volcando.
Varias tendencias impulsan el mercado actual del agua:
La mejora de la eficiencia del agua en respuesta a las presiones sobre el suministro de agua: La creciente escasez de agua es una realidad mundial, incrementada por el impacto del calentamiento global en el ciclo del agua. Durante los años 2000, la principal respuesta a la creciente demanda de agua en áreas con escasez fue el desarrollo de nuevos recursos hídricos en general, y de plantas de desalación en particular. Sin embargo, durante esta última década, la atención se ha centrado en el aumento de la producción y en la mejora de la eficiencia del agua.
Un mayor énfasis en el tratamiento de aguas residuales en ciudades en crecimiento: La rápida urbanización e industrialización suponen una obligación a la hora de tratar las aguas residuales. El rápido crecimiento económico en países como China, India, Brasil e Indonesia está dejando un legado de contaminación del agua que los gobiernos ya no pueden ignorar. Es algo que está afectando a los mercados industriales y municipales por igual. En el lado industrial, estamos viendo regulaciones más exigentes para combatir la contaminación en sectores como la minería o la agricultura, y en el lado municipal, mayores fondos para cumplir los objetivos de tratamiento de aguas residuales.
Una mayor preocupación por el consumo energético y el uso de energías renovables: Las tecnologías de membranas han evolucionado en las últimas dos décadas de forma drástica reduciendo el consumo energético. Sin embargo, el coste mayor de las plantas de tratamiento de agua, sobre todo las desaladoras, sigue siendo el coste energético. Pero esta demanda energética puede cubrirse con fuentes de energía renovables como la solar o la eólica, las cuales han demostrado que son capaces de ofrecer soluciones competitivas viables y sostenibles.
La reutilización del agua está adquiriendo una importancia significativa: La recuperación y la reutilización de las aguas son cada día más importantes y un componente indispensable en la gestión integral de los recursos hídricos. Se estima que solo el 4% de las aguas son reutilizadas, sin embargo, se están modificando regulaciones para que éstas cobren mayor importancia, sobre todo en regiones que sufren cortes en el suministro de agua. Actividades como la agricultura o la industria, que utilizan grandes cantidades de agua son el foco para la reutilización.
Cambio en el modelo de gestión del agua industrial: Las industrias ya están externalizando los servicios de agua a través empresas expertas en la gestión y mantenimiento tanto de plantas de proceso como residuales, para ahorrar costes y mejorar la eficiencia. Se espera que a corto plazo, esta práctica se extienda por todas las zonas del planeta.
La necesidad de gestionar mayores volúmenes de fangos: La inversión en el tratamiento de aguas residuales conduce inevitablemente a mayores volúmenes de fangos que deben gestionarse. Esto eventualmente se convierte en un problema, especialmente en países que no tienen reglamentos estrictos en relación a esta cuestión. Esto significa que hay un mercado fuerte para la reducción de fangos y tecnologías de recuperación de energía, particularmente en lugares como China, Oriente Medio, Norte de África y América, que recientemente han extendido la cobertura en aguas residuales.
Un cambio estructural en la gestión y financiación de los servicios públicos: La mayoría de los servicios públicos en el sector del agua están limitados tanto por razones estructurales como financieras. Los dos están vinculados. La cuestión estructural es que la mayoría de los servicios son departamentos no incorporados en los gobiernos locales, con poca autonomía en la dirección política. La cuestión financiera es que las tarifas se establecen normalmente por debajo del nivel requerido para cubrir tanto los costes operativos como de mantenimiento de las infraestructuras. Sin embargo, cada vez más gobiernos están reconociendo las ventajas de una mayor autonomía para la gestión de los servicios públicos, a veces por la presión de los bancos de desarrollo. Además, las tarifas del agua han aumentado más rápidamente que la inflación en la mayor parte del mundo, reforzando la capacidad de los servicios públicos para establecer sus propias agendas de inversión.
La vuelta de la financiación privada: Después de la crisis financiera, hubo un notable cambio de la financiación privada en el agua. Por un lado, gobiernos como China y Estados Unidos optaron por aumentar el gasto público en agua y aguas residuales como medio de estimular la economía, mientras que por otro lado, el auge de los mercados de recursos naturales entre 2010 y 2014 creó excedentes gubernamentales en los países productores, lo que hundió el incentivo a la participación del capital privado. Con muchos gobiernos ahora sin fondos para financiar la inversión en agua, la respuesta ha sido un mayor interés en la financiación privada. La participación del sector privado en los sistemas de distribución de agua sigue siendo una cuestión política delicada, especialmente en Europa. Esto significa que la mayoría de las oportunidades están en construir, poseer y operar activos de tratamiento, en lugar de servir agua directamente al usuario final.
Una mayor confianza en la tecnología para impulsar el rendimiento: Históricamente, el sector del agua ha sido un mercado hostil para las nuevas tecnologías. Esto está cambiando a medida que el desafío del agua se agudiza. Las utilities tienen cada vez más presión para hacer más con menos y se están volviendo cada vez más abiertas a nuevas propuestas tecnológicas. En la industria se está comenzando a entender que el agua representa un riesgo operacional que pone en peligro los procesos productivos. Las mejores rentabilidades están actualmente disponibles en aplicaciones de valor de residuos, reducción de fangos, servicios de gestión de datos y la concentración de salmuera.
Las redes de distribución siguen siendo el núcleo de las operaciones de servicios públicos: La mayor oportunidad en el mercado del agua es, sin duda, la necesidad de extender los servicios de agua de forma segura a todos. Por el momento, sólo una cuarta parte de la población mundial de 7.400 millones goza de una fuente de agua potable 24/7 segura. El cierre de esta brecha de infraestructura requerirá una inversión de 3 billones de dólares. Del mismo modo, en el mundo desarrollado el desafío está en el mantenimiento y la reparación de las infraestructuras existentes. Esto puede necesitar una inversión de un billón de dólares más, pero es cada vez las tecnologías de gestión de activos están reduciendo el tamaño total de la factura.
Fuente:
09/04/2017